¿Falta de productividad?

Ayer a primera hora del día, mientras venía conduciendo hasta mi trabajo, repasaba mentalmente mi lista de tareas pendientes que cuidadosamente el día anterior había identificado, clasificado y priorizado.

Pero cuando he llegado… he recibido una visita inesperada que he tenido que atender; ha surgido una incidencia informática que ha supuesto una pérdida de datos, que ha habido que restituir manualmente; mi jefe me ha encargado estudiar una licitación recién publicada… y cuando me he querido dar cuenta, era la 13:00, y mi lista de tareas seguía intacta, ¡no había podido avanzar nada!

¿A alguien le resulta familiar esta situación?… Efectivamente, hoy en día muchos profesionales viven con la obligación de realizar muchas tareas, cada vez más urgentes y en menos tiempo, ‘el día a día te come’, y todo esto deriva en una situación estresante caracterizada por la permanente sensación de ‘no llegar a todo’.

¡Pues bien! Yo hace algún tiempo, ante estos problemas, quería mejorar como profesional, y me propuse empaparme de toda la información que existía sobre productividad personal. Y me leí los libros clásicos, por ejemplo: ‘Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva’, de Stephen Covey; También, ‘Organízate con eficacia’ de David Allen, el gurú moderno de la productividad personal…

¡Bien! Y también me empapé de todos los consejos, recomendaciones y buenas prácticas: ¡Pomodoro! ¡La matriz de Eisenhower! ¡Eat the frog first in the morning!

Y sin embargo, después de todo este esfuerzo notaba que… seguía siendo, esencialmente, igual de IMproductivo. ¿Por qué? ¿Qué es lo que me estaba fallando?

Finalmente me di cuenta de que, lo que me estaba faltando, era… un taller como este: ‘Productividad personal: Getting Things Done con Outlook’. El tema de la productividad personal es, como su propio nombre indica, algo personal, y todos estos libros te dan una caja de herramientas muy amplia, que cada uno debe aterrizar y concretar, y esta labor, es muy difícil de realizar solo y sin ayuda. De hecho, quizás leerse los libros es algo que NO se debe hacer, porque corres el riesgo de frustrarte al no encontrar la fórmula para poder articular estos principios.

Autor: Isaac Ferrer

@FerrerIsaac